Algunas veces cuando presento una unidad a mis alumnos y les hago preguntas con la intención de que interactúen (y así de paso ver si se han enterado...) lo único que obtengo como respuesta es un silencio sepulcral y todas las miradas clavadas en la mesa para que no haya un contacto visual y acaben como voluntarios forzosos.
Está claro que las preguntas son una estrategia fundamental para enseñar por lo que deben estar bien pensadas, no solo para que sean respondidas sino para que generen más preguntas e inquietudes en los alumnos.
El otro día leyendo un artículo en www.edutopia.org hablaban justo sobre como las preguntas directas y sencillas son mucho más efectivas que lascomplejas y generalistas.
- ¿Qué piensas de...? En este caso, después de haber dado una información concreta preguntas sobre la opinión de un alumno pero a la vez le das la oportunidad de que exprese sus ideas libremente con sus conocimientos previos.
- ¿Por qué piensas eso? Esta pregunta me encanta porque los alumnos muestran su forma de pensar y cómo han llegado a esas conclusiones
- ¿Cómo sabes eso? En esta pregunta los alumnos cuentas sus conexiones, experiencias, lo que han leído, visto, etc. Muy enriquecedor para el resto
- ¿Puedes contarme algo más sobre...? Cuando un alumno cuenta una experiencia enriquecedora, está bien que sienta que está diciendo algo interesante y que sus compañeros disfruten de sus conocimientos
- ¿Tienes alguna pregunta más? De esta manera fijamos el conocimiento en un ambiente en el que se siente más cómodo
Según el curso puede funcionar pedirles que primero lo hablen con su compañero y así cuando sea su turno de responder delante de toda la clase ya tendrán su respuesta preparada y se sentirán con más confiaza y seguridad.
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